Un grito de amor en el centro del mundo

El tren paraba en las estaciones y avanzaba rumbo a la ciudad en que quedaba el aeropuerto. Habíamos hecho el mismo camino semanas antes. En aquella vez, el viaje tenía un objetivo. De esta vez también, pero yo ya no estaba seguro de que este lugar realmente existía en la Tierra.
- Acabo de acordarme de una cosa muy importante.
- Qué pasa ahora? – Aki hasta entonces miraba hacia la ventana, me miró un poco triste.
- Tu cumpleaños es el 17 de diciembre, no?
- Y el tuyo es el 24.
- Eso significa que, desde que nací, no me quedé ni un segundo sin ti en este mundo.
- Sí, me parece que sí.
- Estoy queriendo decir es que en el mundo en que nací, ya existías.
Ella me miró intrigada.
- No conozco un mundo sin ti, y tengo dudas si él realmente existe.
- No te preocupes, el mundo continuará a existir, aunque yo ya no esté.
- Pues no lo sé.”

Un grito de amor en el centro del mundo,

Kyoichi Katayama.