Al principio no había nada.
En un momento se hizo la luz
y como estaba sola se creyó divina.
Lo hacia todo: era corpúsculo y era onda.
Gracias a ella surgió la vida
porque la luz necesitaba que la vieran.
Entonces de su escondite salio el sonido;
ya tenia quien lo escuchara.
Por eso si no hay vida, el sonido no se propaga.
El sonido en el vacío, como la vida, se ahoga.
La luz es más creída y por eso se propaga
desde la estrella mas lejana hasta la poza mas profunda.
El sonido es armonía, pura y libre matemática.
La luz, que nadie explica, hace lo que le da la gana.
Por eso quiero ser la música que te acompaña
y no la luz que te deslumbra.
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