24 mar 2011

... para aquellos que no tienen preferencias.


... para aquellos que no tienen preferencias.

El Gran Camino es fácil para aquellos que no tienen preferencias. Y tú tienes preferencias ¡acerca de todas las cosas! En todo pones tu mente. Dices: «Me gusta, no me gusta. Prefiero esto y no aquello».

Cuando ambos, amor y odio, están ausentes...

Cuando no tienes preferencias..., cuando todas las actitudes «a favor» y «en contra» están ausentes, ambos, amor y odio, están ausentes, a ti ni te gusta ni te disgusta algo, simplemente permites que todo ocurra...

...todo se vuelve claro y diáfano.
Sin embargo, haz la mínima distinción,
y el cielo y la tierra se distancian infinitamente.

Pero tu mente dirá: «Si no tienes preferencias te convertirás en un animal. Si no eliges, ¿cuál es la diferencia entre tú y un árbol?». Hay una diferencia, una gran diferencia; pero no la diferencia que trae la mente sino una que viene a través de la consciencia. El árbol vive sin elección, inconscientemente. Tú vivirás sin elección, conscientemente. Esto es lo que significa consciencia sin elección, y la mayor diferencia es que serás consciente de que no estás eligiendo.
Y esta consciencia te da una paz tan profunda..., te conviertes en un buda, un «Sosan», un «Chuang Tzu». El árbol no puede convertirse en un Chuang Tzu. Chuang Tzu es como un árbol, y algo más. Es como el árbol en lo que respecta a la elección, pero es absolutamente distinto del árbol en lo concerniente a la consciencia; es absolutamente consciente de que no elige.

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